Con la llegada de las primeras lluvias suelen aparecer las dichosas goteras. Es muy importante dar cuanto antes una buena solución a este problema, porque de no hacerlo así, suele derivar en posteriores daños mayores. Una filtración de agua en el antepecho de una fachada por ejemplo, puede llegar a ocasionar la caída de la cornisa de esta.
El agua penetra dentro de la estructura del edificio, que al llegar a las varillas del encofrado provoca que estas se oxiden, al oxidarse se expanden hacia fuera, lo cual provoca que el hormigón reviente y empiecen a aparecer grietas, que de no ser reparadas pueden llegar a provocar la caída de cascotes a la vía pública, con el peligro de causar daños a los transeúntes o vehículos que en ese momento se encuentren bajo el edificio.
Hay que tener también especial cuidado con las goteras que se forman en los tejados, pues el agua puede llegar a las vigas que soportan todo el peso de dicho tejado, debilitarlas e incluso provocar el hundimiento de este en casos extremos.
También tenemos que revisar de vez en cuando las canales que recogen las aguas pluviales, muchas veces debido a la suciedad acumulada por el paso del tiempo, estas se llenan de restos, llegando incluso a obstruirse los desagües,
lo que provoca el mal funcionamiento de la canal y la bajante, este hecho puede derivar también en la dichosa gotera.
Los tejados también es conveniente limpiarlos periódicamente.
En Altitud proporcionamos a nuestros clientes el servicio, tanto de reparación de goteras, como el de revisión y mantenimiento de tejados y canales.
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